LA AVENTURA DE SER DOS MADRES
El número de matrimonios formados por dos mujeres crece en España cada año. El Instituto Nacional de Estadística de España ofrece datos desde 2005: Tomando como referencia los 208.146 matrimonios heterosexuales y los 914 matrimonios entre dos hombres, los 355 matrimonios entre dos mujeres formados en ese año 2005 suponen el 0,17% respecto a los heterosexuales y 39% respeto a los matrimonios entre dos hombres.
Los datos más recientes son del año 2018, cuando se registraron menos matrimonios heterosexuales (162.743) y más matrimonios entre dos hombres (2358). Los 2.512 matrimonios entre dos mujeres registrados en 2018 suponen un máximo histórico: el 1,54% respecto a los heterosexuales y el 107% respeto a los matrimonios entre dos hombres. Fue la primera vez en la historia española en que se formaron más matrimonios entre dos mujeres que entre dos hombres, y se espera que la tendencia se acentúe progresivamente. Puedes consultar los datos oficiales en https://www.ine.es/jaxiT3/Tabla.htm?t=9110&L=0
En nuestra Unidad de Reproducción Asistida y Fertilidad somos pioneros desde 2007 en el asesoramiento y tratamiento de las parejas formadas por dos mujeres. Mostramos a continuación las preguntas más frecuentes que nos plantean en consulta en los tres aspectos fundamentales: tratamientos, estrategia y aspectos legales.
¿Qué opciones tiene una pareja de mujeres para tener hijos?
Son posibles cuatro alternativas, aunque solo tres son suficientemente eficaces como para su empleo.
Opción 1: Inseminación con donante de espermatozoides en ciclo natural (NAT-D).
Es poco eficaz pues consiste únicamente en vigilar en una de las madres el momento de la ovulación de la mujer (test de LH en orina o en sangre, calendario, moco cervical y/o ecografía) e introducir dentro del útero la muestra preparada del donante previamente seleccionado. Como no es preciso medicarse, algunas pacientes creen erróneamente que es la mejor opción, sin darse cuenta de lo difícil que es determinar con precisión la ovulación natural, perdiendo por ello gran parte de sus posibilidades. Dependiendo de la edad, el éxito por cada intento será solo entre el 5% (mayores de 35 años) y el 20% (menores de 30 años), similares a una pareja heterosexual que tuviese un único coito al mes coincidente con la ovulación.
Opción 2. Inseminación con donante de espermatozoides en ciclo estimulado (IA-D).
Es la opción más habitual y nombre oficial es Inseminación Artificial con Donante. Consiste en administrar a una de las madres una mínima dosis de medicación estimuladora (25 a 50 UI de FSH) para asegurar que ese mes se produce un folículo sano (el sistema ovárico para expulsar el óvulo). En el momento adecuado se administra una dosis de hCG, medicación que crea un pico de LH eficaz. Ambas hormonas son naturales, bioidénticas y no producen ningún efecto fuera de su acción ovárica. Día y medio más tarde se introduce dentro del útero la muestra preparada del donante previamente seleccionado. Se coloca con facilidad y sin notar siquiera molestias. En nuestra Unidad lo realizamos bajo control ecográfico abdominal y luego comprobamos su estado mediante una ecografía vaginal. No requiere reposo (uno de los mitos más extendidos y emocionalmente más perjudiciales). El éxito depende de la edad y de las condiciones de la mujer (peso, tabaco, enfermedades previas) y está entre el 30% (mujeres sanas de menos de 30 años) y el 10% (más de 40 años, obesidad, tabaquismo severo, problemas uterinos, etc.). En caso de no gestación se puede hacer al mes siguiente. Tras 3 o 4 intentos debe valorarse detenidamente si proseguir o cambiar de opción reproductiva.
Opción 3. Fecundación In Vitro con donante de espermatozoides (FIV-D).
Consiste en administrar a una de las madres una dosis media o intensa de medicación estimuladora (150 a 300 UI de FSH) para asegurar que ese mes se produce un grupo de folículos sanos. En el momento adecuado crea un pico de LH eficaz administrando hCG. Ambas hormonas son naturales, bioidénticas y no producen ningún efecto fuera de su acción ovárica. Día y medio más tarde se extraen los óvulos en el Area Quirúrgica bajo sedación (suave anestesia completa). Se tarda unos 15 minutos y la paciente se va de alta entre 1 y 2 horas después.
Desde la punción ovárica, los óvulos son recuperados, limpiados y mimados en el Laboratorio de FIV. El número que se obtiene es muy variable y depende de la edad, la reserva ovárica, la pauta de estimulación… Unas horas más tarde se les pone en contacto con los espermatozoides (FIV) o bien se les inyecta uno a cada ovulo (ICSI). Al día siguiente sabemos cuantos han fecundado correctamente y son ya embriones.
A partir de ese momento podrían ser transferidos, pero se prefiere esperar unos días para valorar mejor su salud y con ello la probabilidad de embarazo.
La transferencia consiste en introducir delicadamente dentro del útero un embrión. Se coloca con facilidad y sin notar siquiera molestias. En nuestra Unidad lo realizamos bajo control ecográfico abdominal en una sala exclusiva y adyacente al laboratorio, para ofrecer la mayor calma y bienestar posibles en ese momento mágico. No requiere reposo ni baja laboral (mito muy extendido y emocionalmente muy perjudicial). El éxito depende de la edad y de las condiciones de la mujer (peso, tabaco, enfermedades previas) y está entre el 45% por embrión (mujeres sanas de menos de 30 años) y el 10% (más de 40 años, obesidad, tabaquismo severo, problemas uterinos, etc). En caso de no gestación se puede desvitrificar y transferir al mes siguiente, pues en dos tercios de las parejas se consigue más de un embrión morfológicamente sano.
Opción 4. Recepción de óvulos de la pareja. (ROPA)
Consiste en hacer un ciclo FIV a una de las madres y transferir los embriones a la otra madre.
Está especialmente indicado y es de gran utilidad cuando suceden a la vez dos circunstancias:
-Que una de las madres no deba gestar (enfermedad del útero, diabetes, hipertensión, enf. Autoinmunes, etc.) y disponga de buenos óvulos (por ejemplo, por ser joven).
-Que la otra madre no disponga de buenos óvulos, pero pueda gestar.
A la madre que va a aportar los óvulos se le realiza una estimulación ovárica para Fecundación In Vitro, administrando una dosis media o intensa de medicación estimuladora (150 a 300 UI de FSH) para asegurar que ese mes se produce un grupo de folículos sanos. Cuando la respuesta ovárica es adecuada, se administra hCG. y día y medio más tarde se extraen los óvulos en el Área Quirúrgica bajo sedación (suave anestesia completa). Se tarda unos 15 minutos y la pareja se va de alta entre 1 y 2 horas después.
Tras la punción ovárica, los óvulos son procesados y preparados en el Laboratorio de FIV. El número obtenido es muy variable, según la edad, la reserva del ovario y el estilo de estimulación… Allí también se les pone junto con los espermatozoides del donante (FIV-D) o bien se inyectan a los óvulos (ICSI-D). Al día siguiente sabremos cuantos han fecundado correctamente y son ya embriones. Aunque ya podrían ser transferidos, se prefiere esperar unos días y valorar su salud con más datos, aumentando así la probabilidad de embarazo.
La madre que va a recibir los embriones toma unas medicaciones orales durante unos 15 días para preparar su útero. Cuando todo está preparado se transfiere (se coloca dentro del útero) un embrión. Sólo excepcionalmente tiene sentido transferir dos embriones pues aumenta el riesgo de secuelas infantiles por la prematuridad asociada al embarazo gemelar.
La tasa de embarazo depende sobre todo de la calidad de los óvulos, y la edad de la madre que los aporta es el principal dato a tener en cuenta. Se espera el embarazo en el 45% de los embriones si los óvulos son de menos de 35 años, pero la tasa se reduce progresivamente según se eleva la edad de la madre que aporte los óvulos.
¿Por qué aconsejan medicarse en todos los tratamientos para ser madre? ¿Es necesario?
Si. Para la mayor parte de pacientes es claramente mejor medicarse que no medicarse. El consejo se basa en dos premisas:
- La ovulación estimulada es más eficaz, más sana y fácil de coordinar que la ovulación espontanea. (Conviene recordar que una mujer no suele ovular todos los meses).
- La maduración del endometrio con estrógenos y progesterona asegura una dosis adecuada y evita parte de los abortos posteriores.
¿Podemos elegir nosotras quién gesta y quién aporta el óvulo?
Por supuesto que si. La decisión es de la pareja, pero debe tenerse muy en cuenta el bienestar y la seguridad del recién nacido. Elegir para gestar a la madre menos sana (edad, fumadora, con obesidad, con un mioma) pudiendo evitarlo es algo que debe analizarse muy detenidamente en consulta.
Así mismo, es también muy bueno dedicar un tiempo en consulta para comentar junto a la pareja sus sentimientos y valores en relación al concepto de maternidad, paternidad y doble maternidad.
1 Ser padre o madre es un vínculo único y muy especial que depende casi en su totalidad de la convivencia.
2 El hecho de gestar es un extra, un plus, un complemento no esencial y por ellos todos los padres y todas las madres adoptivas lo son sin gestar.
3 Es una creencia errónea que es necesario poner “algo biológico para que sea mío”. El ser padre o madre no depende de poner o no poner el óvulo o el espermatozoide (los niños adoptados o mediante donantes tienen padres y madres como los demás).
4 Cuando una sociedad (o una pareja) acepta que el donante de semen no sea el padre, implícitamente está aceptando que si una de las madres no pone el óvulo ni la gestación es también una madre en plenitud. No puede establecerse un “doble rasero” para afirmar que “no es del donante” y también afirmar “si no pongo el óvulo o el embarazo será menos mío”
Tras analizar en profundidad estos aspectos y dejar un tiempo de diálogo y reflexión en pareja, no es infrecuente que cambien de opinión, desestimen el Método ROPA y decidan libremente emplear IA-D o FIV-D.
Y si queremos quedarnos embarazadas las dos a la vez ¿podríamos?
No hay inconveniente desde el punto de vista médico, pero no parece una estrategia prudente: si una de las dos madres tiene un embarazo complicado o bien nace un niño que requiere mucha atención, será muy util la otra madre esté en perfectas condiciones. Recuerda que, en una pareja de dos madres, cada una es el “Plan B” de la otra.
Si hubiese más hijos, queremos que sean del mismo donante. ¿Es posible? ¿Es buena idea?
No hay inconveniente desde el punto de vista médico, pero antes de valorar si es una buena idea es conveniente conocer algunos aspectos.
La ley española no permite donar cuando haya seis nacidos vivos de esa persona. Por tanto, podría ser que el donante haya sido empleado para otras pacientes y haya alcanzado ese límite cuando se solicite. No sería útil reservar algunas muestras pues es posible que se alcance el límite con las no reservadas. Reservar todas las disponibles supondría un coste muy difícil de aceptar.
Sin embargo, el motivo más importante para desaconsejar el empleo del mismo donante es la congruencia de valores. Si valoramos como beneficioso el que todos nuestros hijos sean del mismo donante, estamos afirmando implícitamente que son tan hijos nuestros como del donante, validando los conceptos de filiación del siglo ya pasado. La visión actual es la contraria: son hijos de sus madres, independientemente de quién ponga el óvulo, el espermatozoide o el útero. Por ello puede afirmarse que entre los hijos del donante y los hijos derivados de las muestras del donante no hay más relación que compartir el origen de la mitad de su código genético.
¿Podemos figurar legalmente las dos como madres de nuestro hijo?
Respecto a la filiación de los nacidos, la legislación actual española establece que dos mujeres tienen la obligación de estar casadas antes del nacimiento para que ambas puedan constar legalmente como madres.
El Método ROPA supone una excepción y exige estar casadas antes de iniciar el tratamiento. En cierta medida es similar a una donación de óvulos no anónima, lo que no está permitido fuera del matrimonio.
En caso de no estar casadas antes del nacimiento, la única alternativa para la madre no gestante es adoptar al niño. Tras exponer las circunstancias del caso debe aportarse la documentación que acredite el vínculo de la madre no gestante con el niño. Son útiles el certificado de la clínica de reproducción asistida en el que conste el consentimiento de ambas mujeres para el tratamiento, certificado de empadronamiento en el que consten ambas mujeres, contrato de alquiler o título de propiedad si aparecen las dos mujeres.
Es recomendable nombrar a su pareja tutora legal del hijo y vale también cualquier otra documentación que acredite los lazos de la adoptante con su hijo (fotos, escritos, testificaciones de familiares…)
¿Cuáles son los primeros pasos?
Acudid a una Unidad de Reproducción y Fertilidad para valorar vuestro caso pues cada pareja es única e irrepetible y no hay un patrón predefinido. Plantead allí vuestras dudas y vuestro deseo y estableced junto al personal de la Unidad un plan terapéutico acorde a vuestra situación.
Si deseáis contar con nosotros, podéis contactar aquí, en fertilidadquiron.com